Con la llegada de Halloween, creo que es revitalizante volver a ver uno de los clásicos del cine de terror y suspense más venerados: la película de Stanley Kubrick de 1980: El resplandor. Esta película está basada en la novela homónima de Stephen King, pero se desvió tanto del argumento del libro que el autor supuestamente no dio su visto bueno al producto final creado por Kubrick. No obstante, la película nos dejó algunas de las escenas de terror más emblemáticas del cine: las gemelas fantasma al final del pasillo encantado, el niño murmurando "redrum" y Jack Nicholson volviéndose loco y rompiendo la puerta del baño con un hacha.
Además, El resplandor nos presenta cinco advertencias muy distintas acerca de cómo tenemos que gestionar correctamente nuestros equipos y proyectos, a menos que quieras que la gente empiece a perseguirse blandiendo cuchillos de cocina (cosa que dudo).
He aquí, justo a tiempo para Halloween, las cinco advertencias sobre gestión de proyectos de El resplandor:
1. Haz pausas de productividad o te volverás literalmente loco.
Jack Nicholson representó el papel de Jack Torrance, un escritor que se convierte en el cuidador del ahora vacío hotel Overlook durante la temporada baja. Llevaba consigo a su familia y utilizaba los momentos más tranquilos para escribir su novela. Por desgracia, durante la película, Jack poco a poco se convierte en una persona totalmente diferente: un tipo agresivo e iracundo alejado de su antigua personalidad de amable marido y padre.
¿Por qué? Uno de los motivos es que fue poseído por un espíritu malvado o simplemente no hizo las pausas de productividad suficientes para conservar su salud mental. El resultado final es que Jack enloquece y casi asesina a su propia esposa y a su hijo.
Ser productivo no significa estar encadenado al escritorio durante ocho horas, solo parando para ir al aseo cuando hace falta. Ser productivo suele tratarse más bien de realizar descansos entre tareas para que la mente esté activa y refrescar de vez en cuando las ideas. Implica dejar de trabajar completamente para hacer otra cosa. De este modo, cuando retomes la tarea, podrás centrarte nuevamente en buscar soluciones creativas.
Recuerda lo que escribía Jack Torrance: "No por mucho madrugar amanece más temprano".
2. No es posible gestionar un hotel encantado solo: tienes que contar con tu equipo.
Aunque el hotel el precioso, Jack Torrance empieza a luchar contra él. Finalmente, el hotel le supera. Además, durante todo el proceso, nunca recurre a su esposa o a su hijo para pedir ayuda. Mal hecho, Jack.
La verdad es que la gestión de proyectos y los proyectos en general no están hechos para sacarlos adelante en solitario. Para eso tienes a un equipo que te puede echar una mano. Tienes que aprender a delegar tareas y compartir la carga de trabajo con otros. Y, por dios, ¡comunícate antes de que la presión te convierta en un microgestor enloquecido!
3. Inexplicable: las gemelas pasivas son malas. Solo se permite una versión de la realidad.
Cada vez que doblo la esquina en un hotel desconocido, espero ver a estas escalofriantes gemelas de pie, mirándome con sus ojos de muertas y paralizándome. Sí, la película me ha marcado de por vida. Pero también me ha enseñado una lección importante sobre gestión de proyectos: cuando se trata de la información sobre un proyecto, solo puede haber UNA versión de la realidad.
Siempre que tengas dos (o más) versiones idénticas de la descripción de un proyecto, diapositivas o incluso un documento de Word, puedes ocasionar confusión, paralizaciones y demoras. (Y, tal vez, incluso un poco de miedo). Es cosa tuya, como responsable de proyectos eliminar las versiones antiguas cuando cargues las nuevas. O bien, utilizar un software que te permita sustituir automáticamente la versión antigua del documento por una nueva.
4. Los hoteles vacíos, al igual que las descripciones de tareas vacías, atraen a los temidos fantasmas.
El hotel Overlook es un lugar ideal para las vacaciones de verano. Por eso, cuando Jack y su familia se presentan como candidatos para ser sus cuidadores durante la temporada baja, está vacío y totalmente aislado del resto de la humanidad. Poco a poco se van dando cuenta de que el hotel está repleto de desagradables y misteriosas sorpresas.
Lo mismo pasa con las descripciones de los proyectos. Si no rellenas las descripciones del proyecto y las tareas completamente, no estarás comunicando con claridad las expectativas al equipo y tendrás que hacer frente a cantidad de lamentables malentendidos y sorpresas inesperadas. Estas pueden ser lo suficientemente graves como para hacer naufragar la cronología del proyecto y arruinar la calidad del trabajo entregado.
5. Hay cantidad de herramientas de colaboración que son diez veces mejores que la telepatía.
Me explico: si eres el hijo de Jack Torrance y necesitas ayuda con tu padre homicida, la telepatía es probablemente la ÚLTIMA herramienta que debes usar para pedir ayuda. Es mucho mejor hablar alto y claro.
El mejor planteamiento es usar una herramienta de gestión de proyectos colaborativa que permita a todo el equipo contribuir en las tareas y los debates; debería permitir al personal pedir ayuda claramente cuando se enfrente a un obstáculo o a un problema. De este modo, todo el equipo podrá abordar el problema y asegurarse de que todo funciona. No es necesario leer la mente de los demás, deja la telepatía para las películas.
¿Estas gestionando una situación como la de El resplandor?
Si alguna vez te paras a preguntarte si estás abordando la gestión de proyectos de la manera adecuada, recuerda que lo harás bien siempre que la situación NO se parezca a la de El resplandor. Así que, terminada la pausa de productividad, es hora de volver a trabajar.
¡Feliz Halloween!
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