Siempre hay estrés en el trabajo. Para las personas que lidian con la ansiedad, esas rutinas diarias de cumplir con las fechas de entrega, aprender nuevas herramientas, enfrentarse a conflictos e intentar subir por la escalera profesional les supone una lucha diaria.
Puede que estés pensando: "Pero si no hay nadie en mi equipo con ansiedad". Piénsalo de nuevo. Los trastornos de ansiedad representan la enfermedad mental más común en EE. UU., y afectan a 40 millones de estadounidenses a partir de 18 años.
La gravedad del trastorno también puede variar. De todas las personas que padecen ansiedad, el 28 % representa casos graves. Las personas con ansiedad grave a veces tienen problemas para completar, incluso, tareas simples: desde ir al supermercado a hacer la compra hasta levantarse de la cama por la mañana. Con alrededor de 130 millones de empleados a jornada completa en EE. UU., son altas las probabilidades de que trabajes con alguien que padece ansiedad en algún momento. Tanto si sabes que trabajas con alguien con ansiedad como si no, siempre es una buena práctica hacer todo lo posible por comprender el trastorno y ayudar a crear un ambiente que fomente la comunicación, la colaboración y la confianza.
1. Investiga sobre el tema
Si sabes que alguien de tu equipo padece ansiedad, dedica 10 minutos al día de tu tiempo para investigar un poco. ¿Qué síntomas detectas? ¿Cómo de grave es su ansiedad? ¿Has notado alguna situación específica que los haga sentirse incómodos? Observar a tu equipo y entender que todos ellos se encargan de las cosas de manera diferente te ayudará a medir sus límites e interpretar sus fortalezas, mientras ellos trabajan en sus debilidades.
2. Acaba con el estigma
Sentir miedo de lo desconocido es simplemente propio de la naturaleza humana. Es más probable que te enteres de la enfermedad cardíaca de un compañero de equipo que de sus enfermedades mentales. A pesar de que cada año comprendemos y aprendemos más sobre la ansiedad, la humillación y la vergüenza asociadas hacen que haya más personas que lo vean más como un problema personal que como un trastorno real. Esta mentalidad no es productiva en un ambiente laboral. Sin llegar a agobiar, crea la expectativa de que disponen de comunicación abierta y comprensión. Da pie a que se hable de aspectos personales y mantén reuniones individuales regularmente para que tus compañeros de equipo dispongan de muchas oportunidades para llegar a ese punto.
3. Toma consciencia
Sé consciente siempre del trastorno mental, bien sea delegando tareas o planificando un evento para fomentar el espíritu de equipo. Lo que quieres es desafiarlos, no ponerlos en una situación que los haga sentirse incómodos o intensificar su ansiedad. Por ejemplo, si tu empleado siente una cantidad anormal de ansiedad en situaciones sociales, probablemente será mejor disponer de alguien más que ayude en reuniones grandes o se reúna con clientes importantes. Mantén una conversación abierta, y habla de sus metas y sus límites. ¿Hay algo que ellos quieran lograr de verdad para el final del trimestre? ¿Qué habilidades quieren fortalecer? Dale prioridad a esto cuando estés planificando las metas u objetivos y resultados clave.
4. Sé motivador
No te estoy diciendo que cambies todo tu proceso de trabajo y ajustes tus tareas para adaptarte a alguien con ansiedad. A las personas con ansiedad se les anima a poner a prueba sus límites y mantenerse vivos y participar en actividades que puedan generarles ansiedad. Deberías ser su líder en ayudarlos a alcanzar esos hitos y adquirir seguridad en su trabajo. Fomentar la transparencia y la sinceridad es la clave, para que cuando algo realmente les esté molestando o su ansiedad se vea intensificada, ellos no tengan miedo de acudir a ti.
Gestionar la ansiedad en el equipo
Hay una gran diferencia entre sufrir síntomas de ansiedad y ser diagnosticado con un trastorno de ansiedad. La mayoría de los empleados (si no todos) tienen o han tenido que lidiar con algún tipo de ansiedad en algún momento mientras se enfrentan a las fechas de entrega, a los objetivos trimestrales y a las metas profesionales personales. Sin embargo, aquellos que la sufren a diario, haciendo las tareas más simples, solo progresan en un ambiente informado sobre el asunto, no crítico, consciente y que estimula a todo el equipo. Como gestor, depende de ti sentar los precedentes para una relación honesta y abierta que fomente el crecimiento y el éxito, a pesar del trastorno.
¿Te parece que los miembros de tu equipo chocan entre sí? Aquí tienes tu guía para gestionar personas con personalidades opuestas.
Gracias por tu interés en nuestro ebook!
Descárguelo ahoraTambién hemos enviado el enlace del eBook a su correo electrónico para su comodidad.