El trabajo remoto y flexible ha experimentado un crecimiento durante prácticamente 20 años, pero para muchos trabajadores y sus empresas, todavía está lejos de ser algo habitual. Ahora que el nuevo coronavirus ha empezado a cerrar oficinas y a imponer el teletrabajo generalizado, Wrike ha querido averiguar qué opinan los trabajadores de sus empresas, si están preparadas o no para una situación sin precedentes.
Entre el 11 y el 12 de marzo de 2020, encuestamos a 1000 empleados a tiempo completo de empresas de más de 200 empleados. ¿El objetivo? Descubrir cómo perciben los empleados, los directivos y las distintas generaciones el trabajo a distancia y el grado de preparación de sus empresas para enfrentarse al teletrabajo de forma generalizada y obligatoria debido a la pandemia.
Esperamos que nuestros hallazgos ayuden a las empresas a estar mejor preparadas para poder seguir siendo productivas y rentables, sin importar lo que venga después.
Casi la mitad de los encuestados afirma no trabajar nunca desde casa
Nuestra encuesta ha revelado que casi la mitad de los trabajadores (49 %) afirma no haber trabajado nunca desde casa. Un 23 % adicional afirma que solo trabaja desde casa en circunstancias especiales, como cuando deben cuidar de sus hijos enfermos o a causa de condiciones meteorológicas extremas. El 9 % de los encuestados afirma teletrabajar a tiempo completo, y el 9 % lo hace solo varios días a la semana.
Con una mayoría de empleados que jamás trabaja desde casa, las empresas deben identificar los nuevos desafíos de productividad a los que se enfrentarán los miembros de sus equipos. Apoya a los miembros de tu equipo proporcionándoles las mejores prácticas de teletrabajo, ayudándoles a establecer límites y asegurándote de que entienden sus objetivos.
Los trabajadores se preguntan si pueden trabajar desde casa con la misma eficacia
Según nuestra encuesta, el 43 % de los encuestados no cree que pueda hacer su trabajo desde casa con la misma eficacia. De hecho, más de la mitad (52 %) afirma que una política de teletrabajo perjudicaría seriamente a la productividad de su organización.
Muchos empleados, especialmente los que no suelen trabajar desde casa, pueden tener dificultades para adaptarse a las mejores prácticas de teletrabajo. Los hogares pueden estar llenos de distracciones o carecer de un espacio de trabajo exclusivo y de recursos esenciales, entre otras cosas. Además, algunas empresas no cuentan con la infraestructura informática necesaria para permitir las actividades remotas, provocando obstáculos y retrasos en los proyectos.
Al instaurar unas políticas de teletrabajo, es preciso dotar a los equipos de las herramientas necesarias para optimizar la productividad y definir procesos claros que les sirvan de apoyo.
Las herramientas de la vieja escuela siguen triunfando en la colaboración virtual, pero ¿perjudican o ayudan al teletrabajo?
En nuestro estudio, el 40 % dice que su empresa no cuenta actualmente con la tecnología necesaria para permitir el trabajo desde casa. A pesar de la proliferación reciente de las herramientas de comunicación en tiempo real, como la mensajería instantánea y las plataformas de gestión del trabajo colaborativo (CWM), según nuestros encuestados, el correo electrónico se impone como la herramienta más utilizada para la colaboración virtual (82 %), seguido de las conferencias de voz (65 %).
Las siguientes herramientas más comunes son:
- Videoconferencia (50 %)
- Plataformas de mensajería (46 %)
- Paquetes ofimáticos basados en la nube (48 %)
En una encuesta que Wrike elaboró en diciembre de 2019 sobre la productividad y el compromiso, los encuestados citaron la capacidad de trabajar en cualquier momento y hacerlo eficazmente desde cualquier lugar como la clave para impulsar su productividad y compromiso. Antes incluso de la crisis actual, los trabajadores pedían una mayor capacidad de gestión del trabajo y colaboración.
El correo electrónico puede ser un recurso excelente para la comunicación, pero cuando se trata de la colaboración en proyectos, complica las cosas rápidamente. La información clave puede perderse en las cadenas de mensajes, hay una falta de transparencia y las iteraciones de activos se confunden durante las aprobaciones, por citar algunos problemas. Una herramienta de gestión del trabajo colaborativo o de gestión de proyectos mantiene la colaboración en un solo lugar y también los documentos y archivos para que todos permanezcan coordinados.
Aunque las conferencias telefónicas son útiles, ver los rostros de las personas suele ayudar a resolver los problemas de forma mucho más sencilla. Aquellos empleados no familiarizados con el teletrabajo pueden sentirse aislados, de modo que recomendamos valorar la posibilidad de emplear una herramienta de videoconferencia para ayudar a establecer esa conexión humana.
Medición de la productividad del teletrabajo
Medir la productividad del teletrabajo también puede ser un desafío. Según nuestro estudio, los empleados tienen un 95 % más de probabilidades que los directivos de afirmar que no están seguros de cómo se evalúa su productividad cuando trabajan desde casa.
De hecho, casi una tercera parte (31 %) de los empleados dice no saber cómo miden sus empresas la productividad a distancia, y otra cuarta parte (23 %) afirma que no hay más medida formal que la confianza.
Aunque la mayoría de los trabajadores (71 %) dice confiar en que sus compañeros mantengan un nivel de productividad elevado mientras trabajan desde casa, es responsabilidad del equipo directivo definir prioridades y objetivos claros para que los proyectos avancen por el buen camino. Mantener el trabajo en una única plataforma o herramienta de gestión de proyectos puede proporcionar la visibilidad que los miembros del equipo necesitan para medir su rendimiento y ver lo que viene a continuación. Los jefes de equipo pueden aprovechar esta visibilidad para abordar los obstáculos y tender puentes para que todos puedan permanecer coordinados, incluso cuando estén separados.
Diferencias en la percepción del teletrabajo por generaciones
Los empleados de la generación Y son un 44 % más propensos que los nacidos en el baby boom a estar algo o muy de acuerdo en que pueden hacer su trabajo con la misma eficacia desde casa. Los nacidos en la generación del baby boom, por el contrario, son un 51 % más propensos que los empleados de la generación Y y un 19 % más propensos que los de la generación X a discrepar profundamente con que puedan hacer su trabajo desde casa.
Los empleados de la generación Y confían más en los activos tecnológicos de sus empresas. Además de sentirse más seguros de su propia capacidad para trabajar de forma remota, los empleados de la generación Y son un 20 % más propensos que los del baby boom y un 10 % más propensos que los de la generación X a decir que su empresa dispone de la tecnología necesaria para manejar la transición al teletrabajo.
También ha sido interesante constatar que más de una cuarta parte (26 %) de los empleados de la generación Y afirma que sus empresas están reaccionando mal ante la amenaza del COVID-19. Solo el 18 % de los nacidos en la generación X y el 12 % de los nacidos en el baby boom dicen lo mismo.
Análisis de la encuesta del fundador de Wrike, Andrew Filev
"Los resultados de esta encuesta ofrecen algunas perspectivas esperanzadoras, pero también hay algunos indicadores de alerta sobre la preparación de las empresas para imponer una política de teletrabajo. Identificamos una necesidad clara de que más empresas vayan más allá del correo electrónico como medio principal de colaboración interna para que sus empleados tengan una mejor coordinación y una comunicación más rápida al teletrabajar. También existe una necesidad masiva de invertir en herramientas que permitan capacitar a los trabajadores para hacer el trabajo lo mejor posible desde cualquier lugar, ya sea desde casa o la oficina.
Esta crisis de salud pública sin precedentes va a ser una prueba de fuego para las empresas que nunca antes habían invertido en el teletrabajo, pero aquellas que ya han construido una cultura en torno a la colaboración virtual deberían estar bien posicionadas para cumplir y lograr que sus empleados sean productivos y estén comprometidos".
Cómo puede el equipo de Wrike ayudar en esta situación
Sacar la comunicación y los activos clave del proyecto fuera del correo electrónico y llevarlos a una única ubicación centralizada facilita la colaboración de los equipos remotos. Con los proyectos y el estado de los flujos de trabajo en un solo lugar, los directivos pueden equilibrar las cargas de trabajo, medir el rendimiento y priorizar el trabajo de mayor impacto.
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