El método de la ruta crítica (CPM) es un algoritmo matemático que sirve para programar una serie de pasos en un proyecto. El CPM considera las actividades necesarias para su finalización, las dependencias que se establecen entre ellas y su duración para determinar la fecha de finalización del proyecto.
Un buen plan de proyecto le facilita las cosas a cualquier gestor de proyectos: desde evitar requerimientos imprevistos, sobrecostes y el incumplimiento de objetivos hasta minimizar el estrés y la frustración del equipo. En este caso, realmente vale más prevenir que curar. ¿Pero cómo se consigue exactamente un buen plan de proyecto? Incluye estos 10 ingredientes
¿Cuál es el tercer error más común al gestionar diversos proyectos? Los planes de proyectos independientes hacen que sea difícil establecer las secuencias de tareas y las prioridades entre tus proyectos.
Una planificación inadecuada puede arruinar tu proyecto incluso antes de empezar a trabajar. El cambio de expectativas, el recorte de presupuestos y los frustrantes malentendidos pueden descarrillar incluso el proyecto más sencillo y estresar a todos los que participan en él. Un plan de proyecto minucioso puede prevenir el síndrome del lavadero, presupuestos exagerados y objetivos